jueves, 14 de abril de 2022

Semana Santa
La Purisima
Tirada de 52 ejemplares numerados
cuadernos ilustrados con 19
grabados de la Autoría de
Federico Cantu Garza 1907-1989
1- Letanía Lauretana Portada de la Letainia Lauretana Virgen.
2- Letanía Lauretana, Spoeculum justitae,
3- Letanía Lauretana Vas Spirituale y Vas Virgo Fidelis.
4- Letanía Lauretana Vas Honorabile y Vas Insigne Devotionis.
5- Letanía Lauretana Rosa Mystica.
6- Letanía Lauretana Turris Eburnea.
7- Letanía Lauretana Foederis Arca.
8- Letanía Lauretana, Salus [infin] morum,
9- Letanía Lauretana, Agnus Dei,
10- Letanía Lauretana Cristo llorado por los Angeles.
11- Letanía Lauretana “Uno de vosotros me entregara” .
12- Letanía Lauretana Tobias.




13- Letanía Lauretana Madonna.
14- . Letanía Lauretana, Agnus Dei guntallis peccata mundis,
15- Letanía Lauretana, Canam nostrae justitiae,
16- Letanía Lauretana, Turris davidica,
17- Letanía Lauretana, Janua Coeli.
18- Letanía Lauretana, Stella Matutina
19- Letanía Lauretana, Stella Matutina Madonna
Los orígenes de las letanías se remontan a los primeros siglos de la cristiandad. Las letanías eran súplicas dialogadas entre los sacerdotes y los fieles, y se rezaban sobre todo en las procesiones. Aunque al principio eran dirigidas sólo a Dios (en súplicas) se añadieron con el tiempo invocaciones a santos y sobre todo a la Virgen María (en intercesiones) usadas a partir del siglo VII.
En la liturgia oriental se usaron desde el siglo III. La composición de letanías marianas siguió la línea de las generales y de las de los santos. En estas se invocaba a María de tres modos: Sancta María, Sancta Dei Genetrix y Sancta Virgo Virginum. A lo cual siguió una serie de reflexiones y elogios de los santos padres orientales que constituyen el germen de las futuras letanías marianas.




Las letanías marianas empezaron a multiplicarse en el siglo XV y XVI. Por el año 1500 fueron creadas una serie de letanías en el santuario de Loreto, Italia. Hacia 1575 surgen unas nuevas letanías lauretanas conocidas como "modernas" con alabanzas puramente bíblicas, que se hicieron tan populares que las primeras versiones fueron pasadas a segundo plano. Sixto V las aprobó en 1587 e incluso les dio indulgencias. Hacia el siglo XVII la situación se hizo exagerada, en Loreto se tenía una letanía para cada día de la semana y no era el único caso. En 1601, con el decreto Quoniuam multi del 6 de septiembre, el papa Clemente VIII prohibió todas las letanías que existían con excepción de las incluidas en el Misal y el Breviario y también las del santuario de Loreto, aquellas letanías ya eran llamadas como lauretanas. Paulo V, en 1503, ordenó que se cantasen en la basílica romana de Santa María la Mayor en festividades de la Virgen María. Los dominicos, en 1615 ordenaron que se recitasen en todos sus conventos después de sus oraciones de los sábados.


Adolfo Cantú